lunes, 10 de mayo de 2010

Tardes tristes


El alba y la oscuridad se mezclan
forman un color aciago,
tan triste como yo.

No anochece, no amanece
es la tarde fría y ojeriza, vacía
y es que nosotros la hacemos así
ellos, todos
Su semblante un reflejo,
nuestros problemas.

No llueve…
Y el viento nos marmoliza,
y sus rostros cambian,
la algarabía cesa.

Rencoroso invierno, fatuo.
Las nubes cubren la esfera,
los dardos del cielo no rutilan,
el lugar obnubilado.

Sólo espero la noche, sincera.
El día es hipócrita, voluble.
La noche siempre es oscura,
auténtica y fiel.

Y así es, me encuentro triste.
Por ti, por mí;
la felicidad no es alegría,
no sé qué es,
puedes estar triste y ser feliz.
La felicidad, una confidencia
entre tu cuerpo y tu alma.
Mi felicidad, tú…